Filosofia con Escolares

miércoles, 3 de diciembre de 2008

EL RECONOCIMIENTO DE LA FILOSOFIA EN LA EDUCACIÓN

“Más importante que la ciencia
De gobernar a un pueblo,
Es la ciencia de educar a la juventud “
- Platón –
¿Para qué filosofía de la educación?




1.PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Es curioso el hecho de que de todas las profesiones existentes, sea precisamente la del educador a la que se le exija una constante reflexión por el significado de su ciencia. Al médico, al ingeniero, al abogado o al licenciado en letras no se le ve discutir acerca de la medicina, la ingeniería, el derecho o la literatura ni mucho menos la repercusión de su oficio en la sociedad. Quizás por considerarse al educador como un eje fundamental de la sociedad, en cuyas manos se decide el destino de los habitantes de una república, la sociedad misma le exija claridad y tino en el ejercicio de su oficio.
Este constante reflexionar del educador acerca de su profesión ha obligado a la ciencia pedagógica a recurrir a la filosofía para despejar sus incógnitas.
En este trabajo se pretende responder preguntas tales como: ¿qué involucra la educación?, ¿qué es exactamente enseñar?, ¿cuándo se puede afirmar que se “sabe” algo?, ¿Cómo se puede fomentar en los alumnos la libertad de pensamiento?
La educación toma de la filosofía la reflexión y el punto de vista de la totalidad para esclarecer los problemas relativos a la pedagogía. Así, viendo la educación como un todo, reflexionando acerca del hecho educativo desde sus presupuestos fundamentales, podrá el educador tener una mayor conciencia de su labor educativa y saber que su práctica descansa sobre temas que se relacionan con la humanidad.

El primer problema al cual se enfrenta la filosofía de la educación es al tipo de ser humano que se desea formar. Esto es fundamental por cuanto si la educación tiene por propósito la transformación del individuo a través del conocimiento, una filosofía de la educación debe partir de la idea de ser humano:
Fácil es comprender que la pedagogía presupone una idea del hombre. Necesita un saber acerca de su estructura y esencia, antes de señalar fines y medios a la educación. Estos se definen en relación estrecha con aquella idea. El teórico de la educación debe consultar a la filosofía la doctrina en torno del hombre. Esta servirá de base a la idea esencial de la educación y a una concepción fundamental sobre sus medios (...) Toda pedagogía es, previamente, ciencia profunda del hombre. (Mantovani, 1983)Cuando una educación adolece de firmes convicciones acerca de la idea de ser humano, corre el riesgo, como lo hecho hasta ahora por la educación occidental contemporánea, de refugiarse en los falsos brillos de la innovación metodológica, avanzando con creces en la técnica y el dato estadístico, pero abandonando al ser humano a su suerte.

3. INDUCCION

El fin básico de hacer un recorrido por la Filosofía de la Educación, tiene sus fundamentos: en “ayudar al maestro a encontrarse a sí mismo y adquirir una visión cimentada en bases racionales sobre el sentido de su vida”. Lo que contribuirá definitivamente en la formación y orientación de sus alumnos.

Un docente al conocerse así mismo, al haber analizado sus frustraciones, sus deseos, sus miedos, sus capacidades podrá entonces separar y ver con claridad lo que desea formar en sus alumnos guiándolos así en la búsqueda de la verdad y así evitara actuar por el mero cumplimiento laboral que conlleve al mantenimiento de su familia por no tener una mejor opción. Logrando con esto una falsa identidad. Pues es una convicción que “la verdadera filosofía en torno al ser es el alma de toda sana formación”.

4. La deducción

“La acumulación de saberes que no miden procesos comprensivos de la vida cotidiana de cada profesión y oficio, pone en riesgo la eficacia del proceso educativo.”

Estamos viviendo cambios políticos, sociales y económicos radicales marcados, por el avance tecno científicos y los medios de comunicación. Estos cambios han contribuido a la ruptura de fronteras y a la aparición de un mundo globalizado en el cual la acumulación económica y el poder político sustituyen a la realización humana como criterio y objetivo fundamental. Esta situación nos cuestiona sobre el futuro y el rumbo de la humanidad y sobre el papel que nuestra práctica profesional – educativa puede jugar. Una mala concepción de la vida puede desencadenar una mala formación, una equivocada instrucción y con resultados de consecuencias históricas y sociales para la humanidad.

“Desde un comienzo el hombre ha tratado de saber el por qué de las cosas. Primero, ellos buscaron explicación a los hechos más cercanos y a la mano. Luego el ser humano fue moviéndose desde esos asuntos inmediatos a plantearse problemas que abarcaran relaciones de mayor alcance..... El hombre que se esfuerza en busca de explicaciones está consciente de su ignorancia”.
Aristóteles 330 a.C.

5. La experimentación.

En la presente investigación, se tratara de buscar la comparación entre dos grupos de primer cuatrimestre de la Universidad ETAC de la carrera de ciencias de la educación y psicología para poner a prueba la efectividad de la filosofía de la educación:
Al grupo experimental se le tratara de animar para que exista una participación activa y libremente sin imponer ningún estilo determinado, preguntándoles sus opiniones acerca de la manera en que se trabajara durante las clases, haciéndolos cuestionar sobre los temas que trataran durante el cuatrimestre y su aplicabilidad para la vida, dejándoles fluir su propia inventiva y creatividad.
Al grupo control se le impondrá reglas específicas sin tomar en cuenta su opinión, reprimiendo todo comentario que tenga que ver con su libre albedrío, exigiendo un comportamiento especifico, así como temas inducidos y programas preestablecidos sin permitirles abordar otras cuestiones que no sean estas.

6. La Abstracción

Como en toda ciencia, la Educación, se relaciona con todo tipo de saber humano con las ciencias humanas, las naturales, pero también con la filosofía adquiriendo la denominación de filosofía educativa o filosofía de la educación.
Un conjunto de problemas con cierto
carácter de permanencia en el campo educativo puede pasar a formar parte de la filosofía cuando se le aplique una acción profundizante, crítica y valorativa; especialmente en el campo de la filosofía educativa.
Esta situación va a originar una doble modalidad, manifiesta en las programaciones, la presencia de una parte general a básica y una parte especial que se refiere al
análisis de algún sector de la realidad educativa, sobre el cual se orienta la acción de la filosofía.
Un curso de filosofía de la Educación no tiene como
objetivo informarse y tener un catálogo o rol de problemas habituales; sino el de facilitar la capacidad y en criterio para plantear correctamente dichos problemas o los nuevos que se presentan en el campo educacional; y capacitar para la formalización de diversas hipótesis para una posible solución de ellos; radicando aquí la importancia de analizar la filosofía en la educación, pues no se trata de repetir soluciones trasnochadas, cual si fuera receta única para todas las sociedades, épocas, latitud de la tierra, puesto que el docente actual enfrenta problemas nuevos en nuevas situaciones.
Por ello la filosofía de la educación pretende la adquisición de capacidad para plantear problemas formular hipótesis dentro del campo educacional, a la
luz de la filosofía; para lo que existe la necesidad de aclarar algunas diferencias y determinar campos, relacionando la ciencia y la filosofía.
Estas concepciones son diferentes pero no contradictorias en el sentido lógico del término, una no descarta a la otra; de hecho nos encontramos en un periodo de transición entre las dos concepciones y en muchas cosas se dan simultáneamente lo cual origina
conflictos.
La educación tradicional según ALAIN tiene vigencia hasta el siglo XIX en nuestro mundo occidental con las características siguientes:
el aprendizaje viene del exterior, la escuela tiene la función de trasmitir saberes y valoraciones aceptadas socialmente el aprendizaje tiene carácter acumulativo, sucesivo y continuo prioriza la memoria, es libresca, autocrática y dictatorial; hegemonía al profesor, la expansión oral del maestro y la repetición del niño.
La severidad y reiteración como
métodos y una evaluación que determina hasta que puntos han quedado impresos los conocimientos trasmitidos pero la distinción depende del concepto del hombre que cada sociedad tenga o decida tener en vigencia, por lo que por debajo de la definición de educación esté implícita un concepto de hombre, por ejemplo para la educación tradicional el hombre es un ser racional esta definición simple es muy importante para todas las consecuencias pedagógicas que permite derivar.
Al analizar estos dos términos tenemos que lo "animal" es lo genérico, lo compartido con otros seres (
aves, peces mamíferos), pero lo específicamente humano, lo que lo distingue, lo que lo hace ser "hombre" es lo racional, que significa mente intelecto, inteligencia, entender; es decir el hombre fundamentalmente es un ser inteligente que tiene que ver con la educación.
En cambio para la concepción moderna el hombre es un organismo inteligente que actúa en un medio social que es el específico del hombre; es decir el hombre es un ser
bio psíquico, un organismo dentro de un medio sobre el cual actúa en forma inteligente, aquí la inteligencia cumple un rol dentro de las situaciones problemáticas que se presentan en el enfrentamiento organismo y medio.
Aprender sería pues resolver activamente problemas vitales y no una simple acumulación de
datos en la memoria, es activo y utiliza la experiencia para crecer y poder aprender por parte del propio alumno, esta concepción privilegia la acción del alumno, quien debe desarrollar habilidades para que aprenda a aprender a investigar y saber comunicarse, escuchar, discutir, razonar, descubrir, experimentar y actuar en grupo, lo cual supone que el profesor debe desarrollar cierto tipo de habilidades que le permitan guiar o conducir el aprendizaje y ayudar a que los alumnos adquieran las habilidades que se esperan de ellos.
La
didáctica tradicional usa como métodos didácticos al inductivo, deductivo, analítico y sintético, que son métodos lógicos generales es decir métodos propios de todo pensar y no del enseñar en particular y esto porque el hombre estaba pensando como "logos", como inteligencia, como pensamiento, como razón, como una simple facultad pensadora, los métodos lógicos los usamos en cualquier actividad diaria, permanentemente, en nuestra vida diaria, de didácticos no tienen nada de particular pero su identificación con los didácticos prueba la identificación entre educando e inteligencia.
En la concepción moderna se usa el
método científico, se identifica ahora pensar con método científico. Pensar es "pensar para", es pensar dentro de un problema para resolverlo.
La obtención de la solución será aprendizaje, la concepción moderna de educación es democrática porque tanto el profesor como alumnos accionan para obtener aprendizajes y como la
cultura es más dinámica más cambiante no es preponderante la memoria sino desarrollar la capacidad para seguir aprendiendo y para realizar lo aprendido en la concepción tradicional el fin era conocido sólo por el profesor, en la moderna el fin es interno, inmanente a la actividad escolar, el alumno debe comprender el sentido y la finalidad de lo que hace, en el momento en que lo hace.
El material o contenidos en la concepción tradicional se presenta en
materiales aisladas o independientes, en la concepción moderna se reúnen los contenidos en áreas o unidades de trabajo de acuerdo al momento de evolución del educando con sus intereses y con los objetivos de la sociedad.
La educación tradicional es un cambio cuantitativo de conocimientos, modernamente, la educación es un cambio cualitativo de la
conducta, y del pensar en una sociedad moderna.
MANUEL JOSE TIZON MONTERO
ptm7 [arroba]hotmail.com

7. CONFIABILIDAD



CUESTIONARIO PILOTO

1.- ¿Cuántos años tiene en la docencia?
2.- ¿En términos generales podría Ud. decir que es la educación?
3.- ¿Que propósito tiene la educación?
4.- ¿Que debe enseñarse?
5.- ¿Actualmente como cree Ud. que la educación conciba al ser humano?
6.- ¿Que significa libertad en el contexto educativo
7.- ¿Como se les debe controlar y disciplinar a los alumnos?
8.- ¿Que piensa o cree Ud. que significa la Filosofía de la Educación?
9.- ¿Considera Ud. que el docente debe tener una filosofía (propia) de la educación?
10.- ¿Cuál considera Ud. que es la función social del docente en la actualidad?
11.- ¿Debe el docente dentro del proceso de enseñanza (educación) responder a las necesidades e intereses de sus alumnos?
12.- Debe el docente reflexionar en la práctica para perfeccionar su formación Profesional
13.- ¿Qué relación existe entre el perfil del profesional y el desempeño laboral en la práctica docente?
14.- ¿Considera Ud. necesario que el docente de cualquier área disciplina, conozca las teorías pedagógicas y filosóficas de la educación?
15.- ¿La investigación debe ser tarea (autodidacta) del docente?
16.- ¿Que sabe acerca del modelo educativo de la institución donde labora como docente?
17.- ¿Qué aspectos del proceso educativo (enseñanza-aprendizaje) considera
Usted al momento de hacer las planeaciones didácticas?
CUESTIONARIO DEFINITIVO:

Estimado (a) profesor:

La presente encuesta tiene como propósito solicitarle su amable colaboración para obtener información valiosa con el propósito de realizar un diagnóstico de la enseñanza de la filosofía, por lo que le rogamos contestar las siguientes preguntas:

1. Sexo: 1. ( ) Masculino 2. ( ) Femenino

Edad: 1. ( ) Menos de 25 años 2. ( ) De 25 a 35 años
3. ( ) De 35 a 45 años 4. ( ) De 45 años en adelante

Mencione cual es su nivel educativo.

( ) Licenciatura ( ) Maestría ( ) Doctorado

( ) Especialidad ( ) Otro ___________________________


2. Cuántos años tiene en la docencia.
( ) De 0 a 3 años ( ) De 3 a 6 años ( ) De 6 a 10 años

( ) De 10 a 15 años ( ) De 15 a 20 años ( ) 20 años en adelante

3. ¿En términos generales podría usted decir que es la educación?
_________________________________________________________________________________

_________________________________________________________________________________

_________________________________________________________________________________

4. ¿Qué propósito tiene la educación?

( ) Formar hombres de bien.
( ) Transmitir conocimientos
( ) Enseñar la verdad de la vida.
( ) Concebir al individuo como un ser.
( ) Desarrollar el aprendizaje en el alumno.
( ) Otro. Mencione______________________________________________________

5. ¿Qué debe enseñarse?

( ) Valores.
( ) Estrategias.
( ) Habilidades.
( ) Conocimientos.
( ) Otro Mencione ________________________________________________________

6. ¿Actualmente como cree Usted que la educación conciba al ser humano?

( ) Como un ser racional.
( ) Como un ser autómata.
( ) Como un ser irracional.
( ) Como un individuo sometido a un entrenamiento.
( ) Otro Mencione___________________________________________________

7. ¿Qué significa libertad en términos educativos?

( ) Ejercer su criterio.
( ) Adoptar técnicas establecidas.
( ) Apoyarse solamente en la bibliografía.
( ) Adoptar nuevas técnicas de experimentación o investigación.
( ) Otro Mencione__________________________________________________

8. ¿Cómo se les debe controlar y disciplinar a los alumnos?

( ) Ignorándolos.
( ) Bajándoles puntos.
( ) Con premios y castigos.
( ) Siendo exageradamente estricto.
( ) Otro Mencione_____________________________________________________

9. ¿Qué piensa Usted o cree que significa la filosofía de la Educación?

_____________________________________________________________________________

_____________________________________________________________________________

10. ¿Considera Usted que el profesor debe tener una filosofía (propia) de la Educación?

( ) Si, Porque__________________________________________________________________
( ) No, porque __________________________________________________________________

11. ¿Cual considera Usted que es la función del docente en la actualidad?

( ) Educar para la vida.
( ) Ser Orientador, mediador y facilitador.
( ) Educar para tener más conocimientos.
( ) Enseñar las nuevas tecnologías para enfrentar el mundo globalizado.
( ) Otro Mencione_____________________________________________________________

12. ¿Debe el docente dentro del proceso enseñanza (Educación) responder a las necesidades e intereses de los alumnos?

( ) Siempre ( ) Casi siempre ( ) Algunas veces

( ) Casi Nunca ( ) Nunca

13. ¿Debe el docente reflexionar en la práctica para perfeccionar su formación profesional?

( ) Si ( ) No

14. Es importante la relación que existe entre el perfil del profesional y el desempeño laboral en la práctica docente.

( ) Muy importante ( ) Importante ( ) Poco importante

( ) Nada importante.

15. ¿Considera Usted necesario que el docente de cualquier área o disciplina conozca las teorías pedagógicas y psicológicas de la educación?
( ) Mucho ( ) Poco ( ) muy poco ( ) Nada.

16. ¿Usted cree que la investigación debe ser tarea (Autodidacta) del docente?
( ) Si ( ) No.
17. ¿Qué aspectos del proceso educativo (enseñanza-aprendizaje) considera Usted al momento de hacer las planeaciones didácticas?
( ) Abarcar todo el temario.
( ) Utilizar técnicas alternativas.
( ) Tomar en cuenta las expectativas de los alumnos y acceder a sus demandas aunque se salga del temario.
( ) Combinar los aspectos teóricos y prácticos.
( ) Otro Mencione________________________________________________________________
18. A partir de su experiencia en filosofía, señale si aplica estos conocimientos en la educación.

( ) Si ( ) No

De que manera.______________________________________________________________________

____________________________________________________________________________________

19. ¿Las explicaciones, comentarios o discusiones en clase han sido útiles para desarrollar el aprendizaje de los alumnos?

( ) Siempre ( ) Casi siempre ( ) Algunas veces

( ) Casi nunca ( ) Nunca.

20. ¿Cree Usted que es importante hacer de la filosofía una práctica en talleres, olimpiadas, círculos de lectura, etc.?

( ) Si ( ) No

8.- RESUMENES

RESUMEN (1)

En este documento se presenta una estrategia intersectorial sucinta sobre la filosofía elaborada a raíz de la petición formulada por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO en su 169ª reunión (Decisión EX/3.6.3), a iniciativa de Turquía. Esta estrategia a largo plazo es fruto de una serie de amplias consultas celebradas con los sectores de la UNESCO, las Delegaciones Permanentes y las Comisiones Nacionales, así como con organizaciones no gubernamentales, universidades, institutos de investigación y personalidades eminentes. La estrategia comprende tres ejes principales: i) la filosofía ante los problemas del mundo;) la enseñanza de la filosofía en el mundo; y) la promoción de la investigación y el pensamiento filosóficos. Una vez examinada por el Consejo Ejecutivo, la estrategia se aplicará, en especial, en el marco del Gran Programa III, en cooperación con los demás sectores del programa pertinentes y las Comisiones Nacionales para la UNESCO. Se realizarán esfuerzos especiales para movilizar fondos extrapresupuestarios destinados a la aplicación de la estrategia.

(http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001386/138673s.pdf)

Resumen (2)

Resulta evidente que si queremos levantar un edificio, de manera natural recurrimos y tomamos en consideración los elementos científicos de diseño, funcionalidad, resistencia de materiales y otros que garantizan la calidad de la construcción que nos proponemos. Del mismo modo, si queremos construir el edificio del hombre y modelar un sujeto activo y preparado para enfrentar las complejidades del mundo actual, debemos recurrir también al sistema de disciplinas científicas que estudian y fundamentan la naturaleza esencial del hombre y que permiten caracterizar y optimizar el proceso docente de su modelación consiente, dentro de lo cual ocupa un lugar peculiar e insustituible el análisis filosófico del hombre y de su activa relación con la realidad, incluyendo a la propia actividad educacional.
Coincidimos con la tesis de que: “El pensamiento filosófico sustenta la práctica educativa, de esta forma, pasa a ser parte de la misma, permitiendo orientar la enseñanza con el fin de forjar un individuo y una sociedad digna y coherente con la realidad actual de un mundo globalizado” (Carla, 2000,). Más, para ello, necesita dejar de entenderse a la manera tradicional de filosofía de la educación para asumirse como los activos y actuantes fundamentos filosóficos de la educación.
De aquí que la actividad educacional será en mayor medida, y de manera más consecuente y efectiva, una actividad auténticamente humana y responderá cada vez de manera más plena y multilateral a su encargo y deber ante la sociedad, en la medida en que asuma y emplee de modo consiente y consecuente los fundamentos filosóficos de la educación así concebidos.


Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)
Resumen (3)
En este trabajo nos proponemos analizar la actualidad y la viabilidad de la propuesta de Dewey acerca de cómo debemos entender la filosofía de la educación, o si por el contrario, debemos considerarla meramente como una utopía, puesto que hoy, casi un siglo después, seguimos adoleciendo de los mismos males que él señaló. Las premisas iníciales de esta investigación descansan sobre algunas reflexiones de la autora acerca de las preguntas que surgen cuando se intenta imponer una filosofía educativa, una ley de educación, un proyecto de educación, o cualquier otro nombre que pudiera dársele; interrogantes tales como ¿puede estar sujeta la educación a decretos que la vulneren o que la conviertan en instrumento de los poderes del estado o del gobierno en turno?; ¿no debe acaso, más bien, responder a las necesidades del colectivo?; ¿no debería ser la resultante del consenso entre todos los miembros de una comunidad lingüística? A fin de intentar responder a estas preguntas y buscando fundamentar los lineamientos que se persiguen, se recurre a la obra de Dewey, quien en 1915 hace una propuesta de una filosofía de la educación basada en la experiencia, donde «la unidad fundamental de la nueva pedagogía se encuentra en la idea de que existe una íntima y necesaria relación entre los procesos de la experiencia real y la educación». Así, Dewey descarta la concepción de la educación como una forma de transmisión de conocimientos, a fin de impedir que el alumno pueda verse solamente como un sujeto receptor de «verdades» o «conocimientos».
NUNEZ, Nancy. La Filosofía de la Educación de Dewey: ¿Una Utopía? Apuntes Filosóficos, jun. 2007, vol.16, no.30, p.123-136. ISSN 1316-7553.
En resumen… (4)

"Ninguna de las ramas del
conocimiento ilumina tanto a la filosofía, como la educación"
Medardo Vitier

- Existe franca polémica por la diversidad de criterios acerca de la definición y alcance de la filosofía de la educación.
- Toda pedagogía manifiesta una concepción del mundo y del ámbito educativo. No existe una pedagogía "neutral".
- El criterio materialista dialéctico por el camino lógico, conceptual que aporta, al derivar la razón de ser de la filosofía de la educación de la propia filosofía, en la orientación del fenómeno educativo, ayuda a establecer esta
disciplina científica en su posición como ciencia fundamental de la Educación.
- Las corrientes filosóficas del idealismo subjetivo: positivismo, pragmatismo y neopositivismo, surgidas entre finales del siglo XIX y mitad del siglo XX, permearon los modelos de filosofías de la educación de las teorías educativas reproductoras tecnocráticas con la concepción de que
el aprendizaje humano sólo se desarrolla en el plano sensorial y exacerbaron el valor de la práctica sin sustento teórico general.
-El neopositivismo al preconizar la no existencia de realidad e irrealidad de los hechos, entendió cualquier problema externo a la conciencia como ficticio, lo que le limitó a la filosofía y a las demás ciencias sociales sus objetos de estudio.
-Los ámbitos que se abordan en el análisis realizado de la filosofía de la educación neopositivista, posibilitan aclarar la relación, entre la filosofía neopositivista y la educación, y de ésta última mostrar su vínculo en lo social, con la
ideología y la política expresando la finalidad de la educación en el sistema capitalista, en su elección de modelo de hombre y modelo de escuela.

9. RESEÑA

GARCÍA MORIYÓN, F., Pregunto, dialogo, aprendo. Cómo hacer filosofía en el aula. Ediciones De la Torre, Madrid 2006, 302 páginas.
Este libro del profesor García Moriyón es un compendio de teoría y práctica docente que resume bien lo que el autor ha hecho a lo largo de una dilatada vida como profesor de Filosofía en distintos centros de Madrid. Ahora, como profesor de Didáctica de la Filosofía en la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, nos ofrece un denso resumen de cómo se puede enseñar hoy filosofía en las aulas de Secundaria, tanto en la ESO como en el Bachillerato.
El autor reconoce que ha aprendido de muchas personas doctas con las que ha trabajado a lo largo de estos años e incluye también entre esa grupo a sus alumnos de Instituto. Este comentario le honra, porque resulta bastante extraño escuchar a un profesor de Instituto que se puede y se debe aprender pedagogía del alumnado que uno tiene delante año tras año. Esta vocación de prestar oídos a los jóvenes en el aula no es común entre el profesorado de Secundaria, pero como García Moriyón pone en práctica la metodología del programa “Filosofía para niños” no es de extrañar que se ejercite en ese menester.Antes de entrar en el análisis del libro, me parece conveniente señalar aquellos aspectos que personalmente considero más relevantes y más útiles para los profesores de Filosofía de nuestro país.
Las tesis que de modo explícito o implícito recorren todo el libro me parece que constituyen su propia filosofía de la educación, que desde mi punto de vista son plenamente válidas para su aplicación en el aula de Filosofía de nuestros queridos adolescentes. Otra cosa es cómo se pueden superar las inevitables dificultades que hayamos cotidianamente para llevar a la práctica esta filosofía educativa. Creo que las principales tesis defendidas en este libro podrían resumirse en los siguientes elementos: defensa de un concepto de educación frente a la mera instrucción, defensa de la democratización de la escuela frente al elitismo que defienden ciertos gobernantes conservadores en complicidad manifiesta con ciertos sectores de docentes de Secundaria y visión de la enseñanza como proceso abierto y continuo más que como evaluación de resultados fijos y cerrados. Me parece que éste es el núcleo esencial de la filosofía de la educación que el autor con buenos argumentos sostiene en este libro. En coherencia con lo anterior, el profesor García Moriyón defiende un tipo de enseñanza de la filosofía que es una lógica adaptación de su concepción educativa a la enseñanza de las materias filosóficas; creo que esa articulación lógica interna es lo que da más validez a este libro, porque se trata de armonizar de modo coherente una teoría de la educación en todos sus elementos con la enseñanza de la filosofía en el aula; en definitiva se trata de educar por medio de la filosofía y no, como sucede con demasiada frecuencia, de hacer de la filosofía un fin absoluto, un valor total por sí mismo. Por eso todas las características de la enseñanza de la filosofía están en coherencia con el modelo educativo que el autor propugna para la Enseñanza Secundaria.
La enseñanza de la filosofía, sin entrar en detalle en las diferencias evidentes entre la enseñanza de la ética, de la filosofía y de la historia de la filosofía, comparten una serie de principios de tipo cognitivo y ético que a la vez son también en buena medida compartidos por el Programa de Filosofía para niños. Así, toda clase de filosofía debe ser una comunidad de diálogo en la que todos los alumnos y el profesor intercambien sus argumentos de modo lógico y con el intento de buscar la verdad entre todos. Todos los participantes de la clase de filosofía son capaces de aportar ideas y valoraciones, todos son personas razonables que pueden y deben utilizar el lenguaje para la comunicación de sus experiencias y de sus razonamientos.
Asimismo la clase de filosofía debe ser una comunidad de investigación, de búsqueda desinteresada de la verdad, con la ayuda de todos, especialmente del profesor o profesora que debe cooperar con todo el grupo orientando con sus intervenciones y alentando a todos a la participación. Si esta idea de comunidad de investigación se comenzase ya desde las aulas de Infantil, es probable que en Secundaria todo fuese mucho más fácil, porque la realidad nos dice que esta actitud de participación y de cooperación es casi inexistente en las aulas de nuestros Institutos; en estos centros suele primar la lección magistral y la autoridad del profesor sin dar lugar casi nunca al intercambio de ideas y de argumentaciones. Todo lo que se ha escrito sobre el espíritu crítico que la filosofía debe desarrollar en el alumnado se queda en casi nada si el profesorado no estimula realmente en el aula el diálogo ni la participación en clase; si el monólogo del profesor es el único método de enseñanza a lo largo del curso de filosofía, no es fácil de entender cómo los adolescentes pueden desarrollar su capacidad crítica y argumentativa. Otras competencias fundamentales que la enseñanza de la filosofía debe potenciar en alto grado son la lectura y la escritura, porque sin ellas es imposible desarrollar la racionalidad filosófica. Y en esto el profesor García Moriyón nos ofrece una serie de fórmulas y métodos de trabajo, sobre todo en la escritura, que merece la pena conocer con detenimiento. Es evidente que la lectura en clase de filosofía no se puede reducir únicamente a los textos canónicos de la historia de la filosofía, sino que en ética y en filosofía es preciso acudir textos científicos y narrativos que tienen relevancia filosófica ya que plantean de modo más sugerente para el alumnado los problemas clásicos de la filosofía.
Uno de ellos es la disertación filosófica que, como se sabe, es y sigue siendo el método oficial para evaluar al alumnado francés al terminar su bachillerato. Es cierto que en el sistema educativo francés no solamente hacen la disertación filosófica, pues también existe la disertación en las materias de francés y de historia. En España no existe la tradición pedagógica de la disertación filosófica ni en la Universidad ni en Secundaria. La investigación educativa que el profesor García Moriyón y un grupo de colegas ha llevado a cabo sobre la disertación demuestra que es posible adaptarla a nuestro sistema educativo y otorgarle un peso importante en la evaluación de la escritura filosófica. Creo que las reflexiones que hace el autor sobre la importancia de la escritura filosófica no se aplican únicamente a la disertación, que se centra sobre todo en la lógica de la argumentación, sino que además le dedica otros apartados al diario filosófico y al comentario de texto. Lo que personalmente más valoro del autor es el trabajo de investigación educativa que ha llevado a cabo sobre muchos de estos temas, sobre todo en colaboración con profesores universitarios, ya que muchos profesores de Secundaria realizamos muchas innovaciones que carecen de validez científica porque hoy día es casi imposible establecer equipos de investigación entre el profesorado de Secundaria y el de Universidad. Y otro obstáculo grave es que en muchos Institutos de Secundaria la coordinación con los colegas del mismo Departamento es una tarea titánica.
La cuestión de la evaluación es una de las dificultades mayores a la que se enfrenta desde siempre el profesorado de Filosofía porque muchas veces se aplican criterios poco objetivables y poco contrastados. El profesor García Moriyón nos presenta una serie de criterios para calificar y para evaluar todo el proceso de aprendizaje de la filosofía entendiendo ésta más como una actividad que como una disciplina ya hecha y concluida que se pudiera aprender como algo ya dado. Es evidente que todo lo que propone el autor en este libro cada profesor o profesora debe adaptarlo a su aula y a su grupo de alumnos, pero el hecho de que nos ofrezca instrumentos variados para evaluar y que se coordinen esos criterios dentro del departamento me parece una aportación muy enriquecedora. Finalmente quiero aludir a los títulos de los capítulos del libro porque ellos indican claramente que en este texto se abarcan todos los temas actuales más importantes de la enseñanza de la filosofía y que las referencias bibliográficas y de Internet ponen al servicio de lector todo lo que hoy se está haciendo en este campo. Los títulos de los capítulos generales son: los objetivos de la educación, el proceso de enseñanza-aprendizaje, enseñar filosofía/a filosofar, rasgos generales de la enseñanza de la filosofía, evaluación/calificación/rendimiento y, por último, otras dimensiones de la enseñanza de la filosofía (filosofía para todos, asesoramiento filosófico, nuevas tecnologías). A la vista de este maravilloso compendio de didáctica de la filosofía y de prácticas docentes solamente debo añadir que, leyendo este libro, uno tiene la impresión de que la formación inicial y permanente del profesorado de Filosofía plantea unas exigencias psicopedagógicas tan serias que no se comprende por qué no se hace casi nada desde la Universidad y desde el Ministerio para acometer esta ingente tarea. Si se quiere de verdad mejorar sustancialmente la enseñanza de la filosofía, esa tarea es urgente e indispensable.
Luis M. Cifuentes Pérez
RESEÑA (2)

LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION EN MEXICO: PRINCIPIOS, FINES Y VALORES
De:
MARIA TERESA YUREN CAMARENA
Todo trabajo en materia de educación lleva implícita una concepción de la sociedad y del individuo. Por ello, los filósofos de todas las épocas se han preocupado por vincular la práctica educativa con la ideología de la sociedad. México no ha sido la excepción. En este libro se hace un extenso análisis acerca del papel que desempeña la filosofía dentro de la educación en nuestro país. la obra, dividida en dos partes, nos presenta en los primeros capítulos las bases que permiten identificar la teoría y la metodología utilizada para analizar la práctica educativa, el vinculo entre la educación impartida por el estado y las necesidades, ideas y expectativas de la sociedad, que requieren ser consideradas para la elaboración de proyectos educativas. En la segunda parte se hace una revisión crítica y analítica de los proyectos educativos del estado mexicano, con base en la realidad histórica del país, sobre todo a partir de su independencia. Sin duda, los pedagogos, filósofos, profesores y estudiantes de áreas afines a la educación, encontraran en esta obra un material de consulta y reflexión acerca de la práctica educativa pública en nuestro país.


RESEÑA (3)
Autor: Amado Ezequiel Osorio Valencia
Editorial: Universidad de CaldasColección: Artes y Humanidades Mes y año de edición: Abril de 2006 Formato: LibroEl texto filosófico, pedagógico y didáctico que presenta el profesor es una obra de vida, conocimiento y pensamiento que, con un sensible y mesurado estilo y en el umbral de radicales preguntas, recorre grandes problemas: el claro-oscuro de la razón filosófica, la autoeliminación constitutiva de la verdad histórica y universal de la filosofía, el humanismo científico y filosófico, el trayecto bio-cultural del ser humano, la necesidad de una auto legitimación de la filosofía, la profesión del profesar docente, la complejidad sistémica de la filosofía, entre otros asuntos muy propios de la secularización de la filosofía contemporánea. Es, además, una obra testimonial de un ejercicio pedagógico que se atreve a pensar la cuestión educativa desde hondas reflexiones humanistas y en el contexto de la sociedad problemática de hoy, en la llamada “era de la ansiedad y de la melancolía”, influida profundamente y sin reposo por una cultura informática y más-mediática y agobiada por los graves males que afectan generalizadamente al hombre actual. Este es un interesante libro que se debe leer con compromiso, con responsabilidad, con interés de aventura, con alegría y rigor, con la disposición hacia una necesaria solidaridad humana, terrestre y, hasta, cósmica, con modestia intelectual e intención crítica, pero, sobre todo, animados de la conciencia de la dignidad de ser hombres y de ser maestros y de querer serlo con sincero amor por el otro, con indeclinable voluntad, con imaginación creadora y con genuina vocación de aprendizaje.

10.- ARTICULOS

ARTICULO (1)

ROBERTO MUNIZAGA:
PENSAMIENTO Y CONTRIBUCIÓN A LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
• El enorme esfuerzo por superar su situación fue un fiel reflejo de la clase media chilena, que con gran empuje, y gracias a la educación, logró su formación. Alcanzó además el reconocimiento de sus pares y de la sociedad toda al hacerse acreedor al Premio Nacional de Educación en 1979.
Jaime Caiceo E.*
Roberto Munizaga Aguirre fue un importante educador chileno, galardonado como el primer Premio Nacional de Educación en 1979 y representante de la tradición laicista que dominó gran parte del quehacer educacional chileno del siglo XX. Nació el 22 de junio de 1905, en la ciudad de Vicuña, Cuarta Región. Sus padres fueron Manuel María Munizaga Varas y Juana Rosa Aguirre Moya.
Sus estudios primarios los completó en el Liceo Gregorio Cordobés de La Serena, continuando la secundaria en Iquique y Linares, y terminando con exámenes libres, en 1919, luego que su familia se trasladara a Coquimbo, puerto que en esos años no contaba con un Liceo.
Rindió el bachillerato con distinción, matriculándose en 1925 en la Escuela de Derecho y el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Sin embargo, sólo dio continuidad a sus estudios en el Pedagógico, titulándose de profesor de Estado en Francés en 1928.Su labor docente la inició en 1928, como ayudante de la cátedra de Filosofía de la Educación con Pedro León Loyola, en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, a quien sucedió en forma titular a contar de 1931, cuando su profesor fue nombrado rector.Gracias a una beca, permaneció durante dos años en la Universidad de París, sin realizar estudios sistemáticos. Con la experiencia recogida, inició su cátedra de Sociología de la Educación en 1939, en la Escuela Normal José Abelardo Núñez y, posteriormente en la Universidad de Chile, sirviendo ello de antesala a la creación de la carrera de Sociología en esa Universidad.
En 1931, contrajo matrimonio con la profesora de Castellano, egresada en la misma promoción de 1928, Herminda Villavicencio Chaparro, con quien tuvo cuatro hijos.Tuvo una activa participación en congresos y actividades del quehacer educacional, a nivel nacional, internacional y universitario, con una clara postura académica de renovación y de unidad del magisterio, alejándose de cualquier intento de atomización ideológica.Cuando jubiló en 1968, después de cuarenta años en la Universidad de Chile, mantuvo su cátedra de Educación por más de 10 años, completando más de medio siglo en la casa de Bello. Tan pronto se instituyó el Premio Nacional de Educación, uno de sus amigos, Alejandro Covarrubias Zagal, recopiló silenciosamente los antecedentes y los presentó al jurado que, presidido por el ministro de Educación de la época, Gonzalo Vial Correa, por unanimidad galardonó con el nombramiento a Roberto Munizaga, el 11 de diciembre de 1979.
Falleció el 1 de julio de 1999. Sus restos fueron despedidos por profesores y académicos en el Cementerio Parque del Recuerdo. Entre ellos, Marino Pizarro, en nombre de la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales y de la Gran Logia de Chile, en su calidad de Gran Maestro; y Luis Riveros, rector de la Universidad de Chile.
Pensamiento Filosófico-Educacional de Roberto Munizaga
El pensamiento de Roberto Munizaga abarcó muchas temáticas, a partir de dos ejes centrales: la filosofía y la educación.
a. Historia de la Educación e importantes educadores: Munizaga trabajó en el Pensamiento Educacional Chileno desde la segunda mitad del siglo XIX hasta avanzado el siglo XX. Su preocupación principal fue la búsqueda de las raíces más próximas de la educación primaria y de la educación superior en Chile.
b. Admiró a Domingo Faustino Sarmiento, el educador argentino, rector de la Primera Escuela de Preceptores en 1842, a quien consideró como “uno de los protagonistas más certeros de la cultura en América”:
c. “Bien distinto sería el estado de la instrucción pública en Chile si la tradición del gran educacionista argentino no se hubiera perdido...Si Sarmiento no hubiera sido olvidado, su obra nos hubiera hecho ir más rápidamente de Pestalozzi a Wundt, del empirismo a la ciencia, de los maestros natos a los que técnicamente se forman, del diletantismo al profesionalismo en la enseñanza”.
d. A su juicio, la educación primaria era la base del sistema educativo, por donde todos debían iniciar el sistema escolar. Era contrario a una escuela primaria para pobres y un colegio para las clases acomodadas, que distanciara clases sociales.
e. Valoraba profundamente el ideario de Letelier cuando acotaba que: su “... obra filosófica, pedagógica y política, de tan definidos contornos, sirve como ninguna para ilustrar el aberrante fenómeno de la discontinuidad de nuestra cultura latinoamericana, y, especialmente chilena”.
f. Cuando ejerció la Presidencia del Instituto de Chile, Munizaga creó la Colección de Educadores Chilenos de Ayer y de Hoy, publicando él mismo textos sobre varios importantes educadores nacionales: Darío Salas, Oscar Vera, los Hermanos Amunátegui, Claudio Matte, Valentín Letelier, Alejandro Venegas, José Abelardo Núñez, Amanda Labarca y Gabriela Mistral; todos, salvo la última, exponentes del laicismo en Chile, tanto en su expresión positivista -seguidores de Comte- como pragmática -continuadores de Dewey-.
b. Fundamentos de la Educación: Como buen filósofo y científico de la educación, Munizaga inició su incursión en la educación, buscando definir el concepto: “Podría decirse, analógicamente, que la educación equivale a una verdadera ‘función sexual’ de la comunidad. En efecto, ella es la que permite que su tipo de existencia y su fisonomía cultural -un sistema de principios, una imagen del hombre y una tabla de valores- se reproduzcan y prolonguen en la materia plástica de las generaciones nuevas”.Abordó una serie de problemas educacionales: la educación refleja, la educación valórica, el hombre culto como resultado del proceso educativo, la dualidad entre teoría y práctica en el quehacer educacional; la función social de la educación y el rol activo del Estado.
Se declaraba en desacuerdo a la libertad de enseñanza planteada la Iglesia Católica y fue un gran defensor del estado docente, porque favorecía la integración social.
c. Filosofía de la Educación: Munizaga abordó la educación secundaria a partir de un largo análisis histórico, tanto nacional como internacional, para concluir que era necesario asumir un nuevo concepto que persiguiera la formación más plena del hombre, preparándolo para la vida (humana, cívica y económica), pero también para el ingreso a la Universidad; sin entrar en contradicción con la democracia (5).
Al respecto señaló: “Propiciamos la creación de una nueva escuela secundaria chilena, con una personalidad propia frente a los demás géneros de enseñanza, segura de sí misma -especialmente frente a la técnico-profesional- que, abierta sin distinción a la masa de los adolescentes, conduzca, distribuya y seleccione para construir una República dirigida por la virtud y la inteligencia -por una nueva inteligencia- formada dentro de unas humanidades nuevas”.
Estuvo fuertemente influenciado por Dewey y su escuela nueva. Sin embargo, su fuerte énfasis en el desarrollo de la inteligencia denota el positivismo de Valentín Letelier, que tanto influiría en nuestro autor.
d. De Filosofía y algunos filósofos: Fiel a la corriente laicista, Munizaga incursionó en la filosofía del inspirador del positivismo en Chile, el filósofo francés Augusto Comte.
Lo mismo sucederá con las nuevas tendencias imperantes en la primera mitad del siglo XX: sus ojos y su mente miraron hacia Norteamérica en John Dewey: “El hombre culto es el que se forma simultáneamente a través de la vida y de la escuela, del trato con las cosas y con los libros, extrayendo de todas partes las substancias que le permiten enriquecer su experiencia y desenvolver una personalidad genuina: la cultura no es un saber inerte, sino como se expresa la verdadera vida humana”.
De igual forma, destacó a sus representantes chilenos: Valentín Letelier y Darío Salas. Sin embargo, más que centrarse en la filosofía, haría un análisis educacional aplicado a la realidad chilena, a partir de los principios filosóficos.
Acerca de la Universidad: Con sólo cinco años como académico en la Universidad, Roberto Munizaga y Yolando Pino Saavedra, elaboraron una compilación de visiones sobre la institución de educación superior en Alemania, Francia, Estados Unidos y Argentina, agregando un ensayo sobre Chile, escrito por él mismo.
Correspondió a su primera publicación, manifestando su preocupación por este nivel de enseñanza. El título del texto: La Crisis de la Universidad, ya nos conduce a una situación problemática.
En efecto, con la Reforma de 1927 y la Contrarreforma de 1928, la Universidad había perdido terreno -al no poseer en adelante la protección de la educación secundaria- y se creaban los Institutos Universitarios para desarrollar la ciencia de cada saber y las Escuelas para aplicar el saber a las profesiones.
Siguiendo a Max Scheler postuló que en la Universidad se debían “conservar y mantener los más altos bienes de la cultura y del saber”, en donde debía darse una buena enseñanza, complementada con “investigación y formación espiritual multilateral”. Sin embargo, cuando presentó el concepto de esta institución recurrió a José Ortega y Gassett.
Afirmó al respecto: “Se entenderá por Universidad strictu sensu, la institución en que se enseña al hombre medio a ser un hombre culto y un buen profesional”.
Postuló una Facultad de Cultura como núcleo central de una Universidad, con cinco áreas de la vida académica: Física (imagen física del mundo), Biología (temas fundamentales de la vida orgánica), Historia (proceso histórico de la vida humana), Sociología (estructura y funcionamiento de la vida social) y Filosofía (plano del universo)
A la visión anterior, le agregó las perspectivas de Valentín Letelier. A partir de todo ello, inició su crítica al señalar que los estudios universitarios tenían una orientación técnico profesional, olvidándose de los elementos propios de la cultura y de la ciencia.
Asumió, a su vez, una postura que indicaba que la política no debía mezclarse con el rol y el quehacer universitarios. Sin embargo, la Universidad debía responder a los requerimientos sociales del momento: “Para ello, tiene que intervenir en la actualidad como tal Universidad, tratando los grandes temas del día desde su punto de vista propio -cultural, profesional y científico-”.
Las acciones que debía realizar la Universidad para cumplir sus objetivos, siguiendo los ideales reformistas de Córdoba, eran:
- “Asimilación del patrimonio acumulado en las distintas esferas del conocimiento por los pueblos que marchan a la cabeza de la investigación científica... (Lo cual supone) una profesionalización de la enseñanza universitaria, que ella no signifique una labor periférica en torno a otras actividades distintas que constituyen el eje de la vida del maestro”.
- “La reelaboración en la forma más personal posible de cuanto se ha pensado y escrito, trabajo regular de interpretación y comentario, confección de textos didácticos superiores, aproximación a las fuentes mismas del conocimiento”.
- La investigación científica propiamente tal.
Al reflexionar sobre la libertad de cátedra y libertad de investigación, se preguntó: “¿Existe algún antagonismo entre la libertad de cátedra, divisa propia de la enseñanza superior, y la organización de la docencia universitaria, según el modo tradicional de las escuelas profesionales?
“¿Existe algún antagonismo entre la libertad de la ciencia y la organización del trabajo científico, bajo la forma de centros o institutos de investigación, como lo viene realizando, por ejemplo, la Universidad de Chile?”
Subrayó además que la ciencia era un convidado reciente a las universidades latinoamericanas. Cuando llegaron los aires reformistas a Chile en 1968, se expresó en términos irónicos y con espíritu crítico, pues allí no estaban presentes sus ideales de Universidad.


Contribución a la Integración Latinoamericana
La preocupación por Latinoamérica fue permanente en Roberto Munizaga, tanto en los planteamientos teóricos, como en la acción pedagógica. En efecto, la sistematización de las ideas pedagógicas del Subcontinente las exponía en un curso lectivo que dictaba cada cierto tiempo con el nombre de “Evolución de las Ideas Pedagógicas de América Latina”
Munizaga reprodujo, en una de sus más importantes obras, el pensamiento de Alberdi sobre la educación latinoamericana: “Estos países necesitan más de ingenieros, de geólogos y naturalistas, que de abogados y teólogos. Su mejora se hará con caminos, con pozos artesianos, con inmigraciones y no con periódicos agitadores o serviles, ni con sermones o leyendas... El tipo de nuestro hombre sudamericano debe ser el hombre formado para vencer el grande y agobiante enemigo de nuestro progreso: el desierto, el atraso material, la naturaleza bruta y primitiva de nuestro continente...”.
En el aspecto práctico, su primera incursión importante fue su participación como docente en el Instituto Pedagógico de Caracas (1948-1949) en las cátedras de Filosofía de la Educación y Sociología de la Educación. Allí había llegado como parte de la Tercera Misión Educacional de chilenos, para apoyar la renovación del sistema educacional venezolano, a pedido del gobierno de ese país, en 1948.
En 1957, fue firmado un convenio entre la UNESCO, el Gobierno Chileno y la Universidad de Chile, producto del cual se fundó el “Centro Latinoamericano de Formación de Especialistas en Educación” (CLAFEE). En este Centro, Munizaga trabajó durante 10 años las cátedras de Filosofía de la Educación y Sociología de la Educación. Su acción más importante, sin embargo, estuvo relacionada con su participación en el “Consejo Interuniversitario Regional” (C.I.R.) 10, donde Munizaga ocupó el cargo de Secretario Ejecutivo.
Con el planteamiento anterior, Munizaga confirmó la línea de su pensamiento pragmático, acorde con el norteamericano John Dewey y los chilenos Francisco Antonio Encina y Darío Salas; ¿será, a su vez, un anticipo de la globalización que hoy nos envuelve a todos?
Una de sus ayudantes hizo un recuerdo relacionado con la acción práctica de Munizaga, pues siempre la relacionaba con su pasión: la docencia universitaria: “El trabajo del Profesor Munizaga estaba caracterizado por su constante preocupación por la contingencia educativa y uno de sus principales aportes en este sentido, era poner en vigencia la problemática filosófica que inspiraba a la problemática contingente. Se trataba de dar criterios acerca de la contingencia, para actuar como criterio orientador de la interpretación de la misma, permitiendo, además, prever las consecuencias de esa contingencia. Acostumbraba también de integrar la experiencia de sus viajes, particularmente de aquellos derivados de su actividad en el C.I.R. Esta institución ofrecía un sistema de becas a estudiantes universitarios, lo que permitía establecer vínculos entre los alumnos de América del Sur; estas actividades mantenían estrecha relación con los Cursos de Temporada dictados por el profesor”.
RESEÑA (2)



EDUCACIÓN SECUNDARIA : PLATAFORMA EN DEFENSA DE LA FILOSOFÍA Y LA EDUCACIÓN PÚBLICA
Reacción ante el abandono de la Filosofía en los planes de estudio
Francisco Javier Quirós Cuevas, es miembro de la Plataforma en Defensa de la Filosofía y la Educación Pública.
La Plataforma en Defensa de la Filosofía y la Educación Pública, constituida recientemente en Madrid, se está movilizando para conseguir una ampliación del tiempo de enseñanza de Filosofía en los institutos.
MIGUEL BRIEVA
Las asignaturas de carácter filosófico tienden a desaparecer o a convertirse en nuevas materias, cuya enseñanza será casi imposible dado el reducido número de horas lectivas del que se dispondrá para ello. Es indiscutible que las leyes que han llevado paulatinamente a esta situación han ignorado completamente que la Filosofía contribuye, de un modo insustituible, al pleno desarrollo de la personalidad de los adolescentes.
Quizás, por no haberse llevado a cabo en nuestro país una rigurosa y profunda reflexión sobre los fines de la educación, nuestro sistema educativo padece desde hace tiempo un constante cambio de leyes claramente perjudicial. A pesar de las solemnes declaraciones de principios que encabezan cada decreto educativo, en la práctica se ha terminado por aceptar que la enseñanza secundaria constituye únicamente el primer eslabón de la preparación para el ejercicio de una profesión.
Desarrollo personal
A menudo, se olvida que en la propia Constitución Española se establece que “la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad”, lo cual, evidentemente, comprende mucho más que la adquisición de los conocimientos necesarios para desempeñar en el futuro un determinado puesto de trabajo. Aun cuando la anterior afirmación posea la brevedad propia de un artículo constitucional, parece dar a entender que la educación integral de la persona debe incluir una formación cultural lo más sólida y amplia posible, que le permita ser un ciudadano libre y crítico, capaz de comprender la realidad, de pensar por sí misma en el mundo en el que vive y, también, de disfrutar en su tiempo de ocio de las más elevadas creaciones humanas: las Ciencias, las Humanidades y el Arte.
Desde este punto de vista, la iniciación a la Filosofía posee una importantísima dimensión educativa, ya que ofrece los fundamentos necesarios para la reflexión racional sobre los principales problemas de la existencia personal, de las relaciones sociales y de la vida política, así como la base para una interpretación global del resto de los saberes y las demás expresiones culturales. Pese a ello, en nuestro país la presencia de la Filosofía en la Enseñanza Secundaria ha disminuido con el paso del tiempo, tanto por la reducción de las horas lectivas que se le asignan como por su sustitución por nuevas materias. No es fácil explicar sucintamente la tortuosa evolución de la enseñanza filosófica en la educación secundaria. Tampoco resulta posible resumir las diferencias existentes al respecto entre las legislaciones autonómicas.
Reducción de horas lectivas
En la época de la LGE (1970), todo estudiante de Bachillerato estudiaba cuatro horas de Filosofía y otras cuatro de Historia de la Filosofía a la semana. Posteriormente, en el año 1980, se implantó la asignatura de Ética (concebida como alternativa a la Religión Católica), cuya enseñanza se encomendó al profesorado de Filosofía. Al implantarse la LOGSE (1990), se mantuvo la asignatura de Filosofía como obligatoria en todas las modalidades con una carga horaria semanal mínima de dos horas. En cuanto a la Ética, si bien se estableció como una materia obligatoria de dos horas lectivas semanales para todo el alumnado, no se le atribuyó un carácter nítidamente filosófico.
En el año 2002 se aprobó la LOCE. En relación con la enseñanza de la Filosofía, dicha ley recogió la mayoría de las enmiendas parciales realizadas durante los años 2000 y 2001. Así, la Ética se consolidó como una iniciación a la Filosofía práctica para el alumnado de Enseñanza Secundaria y, a la par, en una materia con carácter propedéutico respecto de las materias filosóficas de Bachillerato. Asimismo, la Filosofía y la Historia de la Filosofía se establecieron como materias comunes en todas las modalidades de Bachillerato. Sin embargo, aunque su carga horaria mínima siguió siendo de dos horas lectivas semanales respectivamente, esta vez la tendencia general fue asignarle tres horas de clase a cada una en vez de cuatro.
El anteproyecto de la LOE (2005) suponía, en primer lugar, la sustitución de la Ética y de la Filosofía por la Educación para la Ciudadanía y, en segundo lugar, la eliminación de la Historia de Filosofía en la modalidades de Humanidades y Ciencias Sociales. En la redacción definitiva de la LOE (2006) se sustituye la Ética por la Educación Ético-Cívica. Dicha asignatura, cuya enseñanza, en principio, no les corresponde de modo exclusivo a los departamentos de Filosofía, dispondrá de una o dos horas lectivas, dependiendo de lo regulado por cada comunidad autónoma. En definitiva, además de que los contenidos estrictamente filosóficos de los programas disminuyen notablemente, la suma de horas lectivas de materias relacionadas con la Filosofía a lo largo de la enseñanza secundaria puede reducirse a solamente cinco, si así lo decretan las legislaciones autonómicas.

Objetivos de la Plataforma
La Plataforma en Defensa de la Filosofía y la Educación Pública agrupa tanto al colectivo de profesores de Filosofía de Madrid como a los alumnos de las facultades de Filosofía. A corto plazo, su objetivo es evitar la eliminación de horas de Filosofía y ampliar la iniciativa a otras comunidades autónomas. A medio y largo plazo, pretende fomentar un debate sobre los fines últimos de la educación pública. Su preocupación se extiende, además, a la educación superior, afrontando una reflexión seria sobre la convergencia universitaria europea. En sus primeros meses de vida, la Plataforma ha desarrollado un intenso trabajo de difusión y recogida de firmas para validar su propuesta, que ya ha sido apoyada por los principales sindicatos de la enseñanza y por diversos organismos y asociaciones, se están recogiendo firmas a título individual. El 5 de abril han organizado una simbólica clase de Filosofía en la Puerta del Sol como protesta.
RESEÑA (3)


Educación
En México, se carece de una filosofía de la educación superior, asegura catedrático
2007-06-28
En el pasado priísta, Antón indicó, el SNTE acarreaba votos para el PRI, y ahora “pareciera que sin el sindicato y su dirigencia al más alto nivel, no se pueden aprobar las reformas en el país.
México, DF., (La Jornada).- En México desde hace años carecemos de una filosofía de la educación superior que se ha suplantado por un “empirismo indicadorista crudo y vulgar orientado por el dinero”, aseguró Manuel Gil Antón, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y especialista en temas educativos, quien agregó que llevamos más de dos décadas tratando de cumplir un “montón de indicadores aislados con el fin de ser de calidad para sacar a los jóvenes al mercado laboral justo a tiempo”.
En entrevista con La Jornada, afirmó que “perseguir indicadores vacíos y muy mal pensados orientados sólo por el dinero, a lo que se suma la ausencia de una política educativa de Estado, genera mucha confusión, situación por la que no debe extrañarnos el desastre educativo con el que llegan los estudiantes a la universidad”.
Aseguró que sin una reflexión “seria y profunda” sobre el futuro de México y el papel que tiene la educación en el país se seguirá sustituyendo por la búsqueda de “indicadores ante una Secretaría de Educación Pública que desde la época del dirigente magisterial (Carlos) Jongitud, la Secretaría de Educación Pública ha renunciado a sus atribuciones de autoridad educativa a favor del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y el gremio ha logrado reproducirse y pactar políticamente con los regímenes del PRI y del PAN”.
Sin embargo, destacó que un “enorme número de profesores son extraordinarios, pero están atrapados en burocracia de la SEP y el SNTE, porque pareciera que desde Jongitud el sindicato ha estado más al servicio de las relaciones políticas que del impulso a la educación”.
En el pasado priísta, indicó, el SNTE acarreaba votos para el PRI, y ahora “pareciera que sin el sindicato y su dirigencia al más alto nivel, no se pueden aprobar las reformas en el país, y si para ello hay que sacrificar seis años a la educación no importa, con eso estamos matando el talento de México.”
Ante esta situación, insistió, no es “extraño que los jóvenes egresen de la universidad con graves problemas de formación o que en las evaluaciones a la educación básica salgan en los peores lugares” y aseguró que el con el respaldo del presidente Felipe Calderón a las propuesta del SNTE para una reforma educativa, existe un “empalme entre atribuciones legales de la SEP y el gran peso político del SNTE, porque es facultad de la secretaría hacer el plan sectorial, por supuesto abierto a las opiniones de todos los sectores, pero creo que en México la variable ha sido sacrificar la educación a favor de la política o la economía”.
Por lo que respeta a los objetivos de la administración federal para impulsar la evaluación, certificación y acreditación de los procesos educativos, afirmó que se trata de esquemas “necesarios, pero que no pueden convertir un medio en un fin y pretender certificar como un fin en sí mismo que resolverá los problemas y no como un mecanismos para conocer cómo podemos mejorar”.


Educación
En México, se carece de una filosofía de la educación superior, asegura catedrático
2007-06-28
En el pasado priísta, Antón indicó, el SNTE acarreaba votos para el PRI, y ahora “pareciera que sin el sindicato y su dirigencia al más alto nivel, no se pueden aprobar las reformas en el país.
México, DF., (La Jornada).- En México desde hace años carecemos de una filosofía de la educación superior que se ha suplantado por un “empirismo indicadorista crudo y vulgar orientado por el dinero”, aseguró Manuel Gil Antón, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y especialista en temas educativos, quien agregó que llevamos más de dos décadas tratando de cumplir un “montón de indicadores aislados con el fin de ser de calidad para sacar a los jóvenes al mercado laboral justo a tiempo”.
En entrevista con La Jornada, afirmó que “perseguir indicadores vacíos y muy mal pensados orientados sólo por el dinero, a lo que se suma la ausencia de una política educativa de Estado, genera mucha confusión, situación por la que no debe extrañarnos el desastre educativo con el que llegan los estudiantes a la universidad”.
Aseguró que sin una reflexión “seria y profunda” sobre el futuro de México y el papel que tiene la educación en el país se seguirá sustituyendo por la búsqueda de “indicadores ante una Secretaría de Educación Pública que desde la época del dirigente magisterial (Carlos) Jongitud, la Secretaría de Educación Pública ha renunciado a sus atribuciones de autoridad educativa a favor del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y el gremio ha logrado reproducirse y pactar políticamente con los regímenes del PRI y del PAN”.
Sin embargo, destacó que un “enorme número de profesores son extraordinarios, pero están atrapados en burocracia de la SEP y el SNTE, porque pareciera que desde Jongitud el sindicato ha estado más al servicio de las relaciones políticas que del impulso a la educación”.
En el pasado priísta, indicó, el SNTE acarreaba votos para el PRI, y ahora “pareciera que sin el sindicato y su dirigencia al más alto nivel, no se pueden aprobar las reformas en el país, y si para ello hay que sacrificar seis años a la educación no importa, con eso estamos matando el talento de México.”
Ante esta situación, insistió, no es “extraño que los jóvenes egresen de la universidad con graves problemas de formación o que en las evaluaciones a la educación básica salgan en los peores lugares” y aseguró que el con el respaldo del presidente Felipe Calderón a las propuesta del SNTE para una reforma educativa, existe un “empalme entre atribuciones legales de la SEP y el gran peso político del SNTE, porque es facultad de la secretaría hacer el plan sectorial, por supuesto abierto a las opiniones de todos los sectores, pero creo que en México la variable ha sido sacrificar la educación a favor de la política o la economía”.
Por lo que respeta a los objetivos de la administración federal para impulsar la evaluación, certificación y acreditación de los procesos educativos, afirmó que se trata de esquemas “necesarios, pero que no pueden convertir un medio en un fin y pretender certificar como un fin en sí mismo que resolverá los problemas y no como un mecanismos para conocer cómo podemos mejorar”.

11. ESTADO DEL ARTE

La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser

CONCIENCIA Y PEDAGOGIA
Dr. Nelson Campos Villalobos (
http://filo-edu.blogspot.com/2007/12/intrusismo-educacional.html)


Del latín conscientia. Es un problema crucial de la filosofía y de la psicología y que tiene una vertiente pedagógica profunda, como veremos en este análisis. El término ha tenido dos acepciones, el primero como conocimiento moral y el segundo como conocimiento de la propia mente o de los fenómenos psíquicos que ocurren en ella. Actualmente, se considera como la capacidad de conocer el mundo externo, al mismo tiempo que se conoce el mundo emocional que constituye nuestra interioridad, nuestra imagen personal, se da cuenta de lo que nos ocurre y de lo que conocemos; nos da el autoconocimiento que llamamos identidad; nos permite vivenciar el pasado como una realidad, sentir el presente y proyectarnos en el futuro, manteniendo siempre nuestra mismidad o auto identidad. En suma, la conciencia nos permite conocer lo que ocurre en nuestra mente y quienes somos, con lo cual se une el conocimiento del ser y el mudo externo.
En toda la obra de Aristóteles no hay un término que se refiera a conciencia en el sentido que hoy le damos. Lo más cercano es el sustantivo syneidesis, con el significado de darse cuenta y que emplea apenas siete veces en toda su extensa obra. La ausencia del concepto que analizamos en la filosofía del período griego clásico se debe a que el centro de atención del pensamiento fue el objeto de la conciencia y no el proceso o fenómeno. Solamente en el periodo helenístico, cuando la cultura griega se nutre del contacto con el imperio Alejandrino y posteriormente con el romano, se abre espacio en la filosofía para el análisis de los contenidos de la conciencia, cuando se llega al concepto de humanidad y se reflexiona sobre lo que significa el ser humano. Se pasa de esa manera a la idea de que somos una especie que posee un espacio único en el cosmos y que puede reflexionar sobre sí mismo. Posteriormente, en la edad media, Santo Tomás retoma la idea con el concepto de cum-scientia, lo cual quiere decir cum alia scientia, o sea, la aplicación de la ciencia a lo que el hombre sabe o conoce. Ahora, el hombre sabe que sabe y ese proceso es lo que llamamos reflexividad. Por lo demás, con esa toma de conciencia aparece la búsqueda de la verdad, por lo que ella es posterior a la primera, puesto que para encontrar la certeza del saber es preciso lograr el saber y reflexionar sobre él. Surge un proceso de comparación entre lo que se sabe y la realidad, en un proceso epistemológico continuo. Podemos entender al fenómeno de la conciencia como un logro superior de la evolución que se da solamente en la especie homo sapiens, y que constituye parte principal del psiquismo humano, que consiste en reflejar la realidad, el lenguaje y el propio conocimiento. La pedagogía basa su tekné en lograr en el alumno la reflexividad del pensar y lograr finalmente la toma de autoconciencia de su condición de miembro de la humanidad. La imagen que viene a mi mente no es la del maestro ante el alumno mostrándole el conocimiento, sino que es la del alumno ante un espejo que refleja al mundo, al cosmos y que a su vez devuelve el reflejo del joven. Ese espejo es la pedagogía, en el cual se encuentra en forma objetivada el maestro. Al término del proceso de formación se integra la triada buscada: el ser, la conciencia y la realidad. Volviendo al término moderno, la palabra viene del latín conscientia: En su sentido general, una interioridad por la que vivimos en nuestra mente de forma intencional la realidad de lo que nos rodea y de la cual sentimos que formamos parte, que a la vez nos permite darnos cuenta de nuestra existencia y de nuestros actos. Perder la consciencia o estar inconsciente es la privación de esa luz interior. El yo es un objeto construido por los actos conscientes. En la actualidad, hay una línea de trabajo basada en las neurociencias que señala que no existe la distinción mente-cuerpo, porque la consciencia es justamente una función del cerebro que desaparece al estar este órgano en coma o privado de vida. Según ellos, Descartes cometió un error al establecer la dualidad. Existiría un continuum entre la difusa consciencia de los animales y la nuestra, porque es innegable que algunos mamíferos superiores poseen en forma limitada esa función. Kant precisa el concepto cuando afirma que en los actos de la consciencia no se refleja una objetividad autónoma existente, sino que la objetividad como tal es un constitutivo propio de su actividad. En la práctica, la conciencia constituye un saber reflejo, pues hay en ella una reflexión sobre la realidad. Descartes se sorprende a sí mismo en esa reflexión cuando se da cuenta de su existencia porque puede pensar. En cierto modo, conciencia es la capacidad de darse cuenta de la propia existencia, del entorno y de la individualidad. Si bien hay más de dos milenios de investigación filosófica sobre este fenómeno, ha persistido la idea que es una función adjudicada únicamente a nuestra especie. En realidad, en la naturaleza hay un continuo, al menos entre los mamíferos, desde una forma primitiva hasta la máxima conciencia. La investigación neuropsicológica trata de demostrar que la conciencia es una función más del cerebro humano, como puede verse en los recientes trabajos de Francis Crik, pero no hay un análisis filogenético aún que nos explique la evolución de este fenómeno tan particular. El estudio de la conciencia ha pasado desde la metafísica a la biología, la medicina y recientemente a la interciencia que llamamos neurociencia, pero es evidente que aún no se encuentra el correlato neuronal o histológico para localizarla en el tejido cerebral humano, por lo cual si revisamos los conceptos, tal vez habría más éxito en la investigación tratando de determinar qué tipo de conciencia poseen los otros mamíferos, en el supuesto que ese fenómeno sea más simple en ellos. Cualquiera que tenga un perro en su casa y lo haya criado de pequeño, sabe que la vida psíquica del animal es compleja y posee muchas de nuestras habilidades cognitivas, como la memoria, la atención y la expresión de lenguaje corporal y reconocimiento de sonidos complejos y su conciencia, en mínima expresión comparada con la de su dueño, sí existe. Coincido con Vigotsky en que la conciencia es el principal fenómeno de estudio para la psicología y más aún, en que es el objeto verdadero de estudio de esa ciencia. El comportamiento humano para poder ser estudiado requiere de la meta-análisis de la conciencia puesto que en él hay mucho más que procesos biológicos, como es la subjetividad, los sentimientos, los cuales no son siempre ni aprendidos ni racionales. Como ha ocurrido continuamente en la historia de la ciencia, ésta siempre ha tomado, para tener un modelo explicatorio, a alguno de los paradigmas vigentes, como cuando en el siglo XVIII se hacían analogías entre el cuerpo humano y las máquinas de la época. Ahora se asimila de alguna manera al funcionamiento cerebral –la base del fenómeno de la conciencia- con el de los computadores, incluso empleando la jerga propia de esa disciplina, con términos como programación; inteligencia artificial; respaldo de información, etc. Todo esto solamente es una aproximación a un fenómeno que es producto de un órgano sumamente complejo, cuyo funcionamiento aún no entendemos pero que algún día lo será. El problema filosófico de la conciencia moral, por ejemplo, está lejos de ser desentrañado, porque es tan complejo como el de la conciencia psicológica. Reducir este fenómeno de enorme complejidad a un fenómeno físico, químico o biológico es un tanto simplista, si bien cada ciencia es capaz de aportar lo suyo al estudio de este fenómeno. La conciencia aún espera su Einstein que nos proporcione una teoría explicatorio.Por último, tal vez no existe una sola conciencia, sino un conjunto de conciencias que trabajan juntas. Por mi parte, puedo distinguir: conciencia del Yo (como individuo, sin connotación psicoanalítica); conciencia moral; darse cuenta de los propios contenidos de conciencia; conciencia del tiempo y del transcurrir de la vida propia; conciencia de la existencia de los otros; conciencia de mis sentimientos y los de los demás (como en la empatía y simpatía), conciencia del lenguaje y sentido de las palabras; conciencia perceptiva, como en la visión y muchas otros tipos, pues la variedad de las facultades humanas es infinita. Por otra parte, en lo que llamamos enfermedades mentales, se observa que en algunos casos se separan estos tipos de conciencia, como también ocurre en ciertos deficientes mentales, en que sobreviven milagrosamente determinados tipos de ella en desmedro de todas las demás. Por eso propongo hablar de consciencias. La idea no es nueva, puesto que Santo Tomás expone tres tipos de conciencia: una conciencia psicológica, otra que es cognitiva y una tercera que es moral. La reflexividad del pensamiento es el punto clave para entender el fenómeno que nos ocupa en este apartado, porque en esa línea argumental la autoconciencia es el darse cuenta de que existe esa interioridad que se capta a sí misma. En la praxis vital la reflexión es como un espejo en que se refleja la conciencia, donde se conoce a sí misma y examina sus contenidos a la luz de la realidad. Desde el punto de vista de la pedagogía de los valores, lo que importa es despertar en el niño los sentimientos que asociados a la conciencia le permitan internalizar las conductas buenas, socialmente hablando. El estudiante, a nivel de enseñanza media debe aprender que la conciencia es un conjunto de habilidades desarrolladas en la evolución y que después de cerca de 4 mil millones de años llega a su máxima expresión en el ser humano; de ella nacen, la ciencia y el arte; los derechos humanos consagran la libertad de expresión y de pensamiento, y ambos son nada menos que funciones de ella. Mientras la psicología no tenga una buena teoría sobre el origen de la conciencia y su génesis y desarrollo en la evolución, no podrá ser considerada una ciencia dura.
Publicado por Dr. Nelson Campos Villalobos
ESTADO DEL ARTE (2)
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Plataforma en Defensa de la Filosofía y la Educación Pública
Martes 25 de noviembre de 2008
Con ocasión del Día Internacional de la Filosofía, el pasado viernes día 21 de noviembre se celebró, en la sala María Zambrano del Círculo de Bellas Artes de Madrid, y con abundantísima afluencia de público, un acto abierto de discusión bajo el título de “La Filosofía en la Educación”. El acto fue convocado y organizado por la Plataforma en Defensa de la Filosofía y la Educación Pública de Madrid y Castilla La Mancha, que, en el mismo marco de actividades de publicitación, reflexión y reivindicación que viene realizando desde que se constituyera, quiso aprovechar este día señalado por la UNESCO para llamar una vez más a la reflexión conjunta, libre, pública y ciudadana, acerca de la situación actual de la Filosofía. Estructurado en 4 partes, el acto comenzó a las 16:00 h. con la presentación por Loïc Caballero del origen, trayectoria, y objetivos de la Plataforma, para dar paso a continuación a la primera mesa redonda, titulada “La necesidad de la Filosofía en la Educación”. En ella participaron Fernando Savater, José Antonio Marina y José Sánchez Tortosa. Tras este debate, y después de una pausa, Vicente Sanfélix Vidarte –profesor en la Universidad de Valencia, Presidente de la Sociedad Académica de Filosofía y uno de los promotores de la iniciativa– presentó la Plataforma Estatal en Defensa de la Filosofía, constituida en junio de este año tras una reunión de diversas organizaciones regionales y asociaciones de filosofía en la Facultad de Filosofía de la UCM. A continuación, moderó la segunda mesa redonda de la tarde, que bajo el rótulo “La Filosofía en el siglo XXI”, reunió a Antonio García Santesmases, Carlos Fernández Liria y Gustavo Bueno Sánchez.Realizadas desde perspectivas y planteamientos muy diferentes, las intervenciones escuchadas a lo largo de las distintas sesiones fueron tomando el pulso a la situación actual de la Filosofía en el sistema de educación pública (superior y de secundaria) de nuestro país, y dejaron ver, todas ellas, y sin perjuicio de sus grandes diferencias, una honda preocupación por el destino de la Filosofía y de la reflexión crítica en el edificio educativo, precisamente, además, en un contexto en el que el tejido social parece estar cada vez más transido y más tensado por fuerzas y exigencias de la naturaleza más dispar, y en el que, por tanto, más necesaria parece la revisión crítico-racional de sus propio fundamentos.Algo semejante a eso es, precisamente, lo que se estuvo haciendo, en un sala abarrotada, en el Círculo de Bellas de Artes de Madrid, hasta última hora de la tarde. Y en este sentido, la Plataforma en Defensa de la Filosofía y la Educación Pública de Madrid y Castilla La Mancha se congratula por el éxito de esta convocatoria, al tiempo que anima a todos los agentes sociales y a todos los ciudadanos a seguir profundizando en la defensa de uno los pilares fundamentales –el estudio de la filosofía en el sistema educativo– que ha sostenido desde sus inicios modernos el proyecto de una convivencia plural y democrática.
ESTADO DELARTE (3)
Introducción a la Filosofía de la educación
por Priscilla Hernández Pou
Santo Domingo, Distrito Nacional. República Dominicana.
Junio del 2000.
INTRODUCCIÓN
El hombre es el único ser educable. Este ser es simultáneamente biológico, psíquico y social. Pero no lo es en forma pasiva sino activa. Está frente al mundo provisto de una actividad espiritual, de una concepción de la vida. A través de esta idea básica encuentra la explicación de muchos "por qué", aparte de la posibilidad de enfocar a la realidad como a un todo. En primera instancia la filosofía es, pues, una concepción del mundo y de la vida que repercute sobre la conducta. Esto sucede no sólo con la filosofía de los "filósofos profesionales", sino también con la "filosofía" del hombre común.
Toda teoría filosófica conduce a una actitud e intenta explicar unitariamente la realidad. Por eso dice que la filosofía es una reflexión totalizadora en cuyo campo entran tanto lo natural como lo humano.
De lo dicho se deriva la importancia de la filosofía para la educación. Si ésta pretende formar al hombre en su integridad, ¿quién más que la filosofía puede darle una idea de esa integridad? El educador no puede emprender su misión, si antes no se ha trazado por lo menos un esbozo del punto a que se debe llegar, es decir una "imagen" del hombre a formar. Por eso, esencialmente, la filosofía que fundamente la acción educativa debe ser una "filosofía de lo humano".
Dado a estas razones se consolida la Filosofía Educativa, como ciencia dando el apoyo necesario a los pedagogos en la tarea de educación de la humanidad. A continuación encontrarán una recopilación de información referente a la Filosofía Educativa como ciencia, tanto como una síntesis de los diferentes filósofos de la educación y sus contribuciones.
LA FILOSOFÍA EDUCATIVA
La Filosofía Educativa, también llamada Filosofía Pedagógica y Filosofía de la Educación se puede describir como un campo de investigación y de enseñanza académica que limita el alcance de este ámbito a las actividades de un pequeño grupo de profesionales que trabaja esta área en específica. Estos llamados "filósofos educativos" se encuentran en los países de habla inglesa y, en menor grado, también en algunos países de la Europa continental, y normalmente están relacionados con las escuelas universitarias de educación o pedagogía.
Dado que la educación es el proceso de formación del hombre en la vida social y para la vida social, o la asimilación de las experiencias que preparan para la vida humana, se entenderá que la Filosofía de la Educación estudia las leyes, las situaciones y los fenómenos del mundo, del hombre, de la sociedad y de la cultura en relación con el proceso de la formación humana a partir de las posiciones filosóficas.
La Filosofía Educativa se puede describir como un campo de investigación y de enseñanza académica que limita el alcance de este ámbito a las actividades de un pequeño grupo de profesionales. Estos llamados "filósofos educativos" se encuentran en los países de habla inglesa y, en menor grado, también en algunos países de la Europa continental, y normalmente están relacionados con las escuelas universitarias de educación o pedagogía.
A la filosofía educativa corresponden numerosas posiciones y actitudes de orden ideológico y político que son bastante frecuentes no sólo entre las personas dedicadas a las labores educativas formales, como son los maestros, administradores y supervisores escolares, sino también, entre otros, como los gobernantes, políticos, empresarios, sindicalistas, obreros, padres de familia y dirigentes juveniles. En fin, la filosofía de la educación trasciende el plano de la formalidad institucional, abarcando las posiciones ideológicas y políticas reveladoras de lo que hacen, sienten y piensan todos los hombres en relación con la educación, por cuanto el hecho educativo extra-escolar, como sucede con el escolar, está condicionado por el hecho histórico general. Si bien pocos seres humanos son filósofos de la educación, en cambio nadie deja de incursionar, en uno u otro nivel y forma, en las esferas del discurso filosófico-pedagógico.
Como quehacer científico, la filosofía educativa presenta diversos grados, dependiendo esto de la mayor o menor importancia con que en ella se manejan los factores especulativos, de teoría científica, de practicismo o de utilitarismo.
El papel de la filosofía según la clasificación de Moquete (1995) en relación con las diversas expresiones del saber, aplicable a todas las disciplinas y ciencias, se especializa en el campo pedagógico mediante la aplicación de las diversas áreas filosóficas analizando y explicando con criterios ideológicos y científicos:
Los diversos enfoques a la realidad educativa con respecto a sus características generales, contradicciones, desarrollo, cambios y procesos, correspondientes a la ontología y a la dialéctica pedagógica.
Los factores epistemológicos correspondientes a los tipos de ponderación y ordenamiento científicos, leyes, metodología, principios, nivel científico, así como de usos que se hace de la pedagogía.
Los fines de la educación, a través de la teleología educativa.
Los aspectos estéticos en la educación.
La incidencia de la lógica en la educación.
La filosofía educativa tiene sus manifestaciones en las formas y en los niveles con que los educadores, tratadistas y demás personas interesadas en la educación, enfocan y aplican las diversas disciplinas, siendo notorios los casos de la antropología, la psicología, la historia y la sociología, por los altos niveles de afinidad y la interacción que presentan con importantes aspectos de la realidad educativa.
Las contradicciones ideológicas que han caracterizado a las diversas sociedades, ocasionan gran diversidad de enfoques y de interpretaciones en el campo científico, lo que a su vez provoca que la filosofía, ligada ampliamente a todas las ciencias y en general a las actividades humanas, sea la disciplina que encierre un mayor nivel de heterogeneidad en su contenido. La filosofía de la educación no escapa a esta situación, por lo que sus textos varían mucho en sus enfoques y contenidos aún dentro de grupos que han parecido tener una ideología común.
LOS TRES TIPOS DE LA ACTIVIDAD FILOSÓFICA
Una de las dificultades mayores de la Filosofía Educativa está en delimitar la naturaleza de la actividad filosófica misma que impide que se pueda dar un informe sencillo y directo del trabajo de los filósofos de la educación.
Cerca de finales del siglo XIX, Simmel escribía que "la filosofía es su propio primer problema" y su juicio es tan verdad ahora como lo fue entonces. Los filósofos han tenido siempre la tendencia a invertir su habilidad hacia adentro, examinar la naturaleza y los límites de la filosofía. Ellos han aplicado sus habilidades al análisis de argumentos, a la exposición de suposiciones y a la realización de síntesis provechosas de las ideas de diferentes áreas, para arrojar luz a su propio trabajo y a la validez de las cosas que ellos mismos están intentando discutir como filósofos. La variedad de conclusiones que se ha alcanzado acerca de la naturaleza de la filosofía es sorprendente, y gran parte de ellas han sido completamente pesimistas.
Esta tradición filosófica hace peligroso generalizar o intentar pintar un gran cuadro de la naturaleza de la filosofía. Los filósofos no están de acuerdo, y unos puntos sutiles pueden suponer la diferencia entre la aceptación o el rechazo de cualquier informe sobre la naturaleza de la disciplina.
Sin embargo, con las advertencias de que, primero, cualquier informe tiene sólo propósitos heurísticos y no se debe tomar como la última palabra, y segundo, que algunos filósofos rechazarían, en principio, cualquier intento por categorizar los tipos de actividad filosófica, es posible discernir ciertas tradiciones abiertas dentro del reino de la filosofía y, forzosamente dentro de la filosofía de la educación: la tradición metafísica, la tradición normativa, y la tradición analítica.Los grandes pensadores del pasado trabajaban más con las tres tradiciones filosóficas a la vez, como es el ejemplo de "La República" de Platón, y muchos filósofos del continente europeo aún trabajan así. Por otro lado, algunos filósofos se han especializado en una u otra, pero han mantenido el respeto por el trabajo hecho en todas las tradiciones. Sin embargo, durante varias décadas del siglo XX, y especialmente en el mundo anglosajón, después de la emigración de miembros pertenecientes al Círculo de Viena a mediados de los años 30, se hizo común entre los filósofos denigrar los dos tipos de actividad y concentrarse solamente en el trabajo analítico.